La odisea de Chris Hughes, propietario de una empresa dedicada a la fotografía y el diseño de páginas web en Toronto, se inició cuando decidió de forma imprevista viajar a La Habana desde Panamá el 28 de septiembre.
Chris Hughes, un canadiense que pasó casi dos semanas detenido en Cuba por el “error” de volar un drone en La Habana sin autorización, dijo hoy que no le guarda ningún rencor a las autoridades cubanas y que está dispuesto a volver a la isla aunque esta vez “sin dron”.
Hughes dijo hoy a Efe no estar “enfadado con las autoridades cubanas”.
“Entiendo que este es su proceso para mantener el país seguro. Y sé que hay personas en el centro de detención que llevan más tiempo detenidos por mucho menos”, agregó.
Pero Hughes también considera que las casi dos semanas que pasó en una celda de un centro de detención para inmigrantes de La Habana, mientras las autoridades cubanas investigaban la posibilidad de que hubiese realizado actividades de espionaje con su drone, es un tiempo quizás excesivo.
Un drone viajero y no un espía en Cuba
La odisea de Hughes, propietario de una empresa dedicada a la fotografía y el diseño de páginas web en Toronto, se inició cuando decidió de forma imprevista volar a La Habana desde Panamá el 28 de septiembre.
“Había pasado dos semanas en Colombia con mi dron y desde allí viaje a Panamá donde encontré un vuelo barato a La Habana, así que decidí visitar Cuba”, explicó el canadiense.
Hughes reconoce que no es el típico turista: viaja de forma impulsiva y casi siempre con sólo billetes de ida, muchas veces con su drone con el que toma vídeos de los lugares que visita como hobby.
Cuando llegó a Cuba, Hughes cometió el error que le costó 13 días de internamiento en un centro de detención.
“Mi error fue pensar que porque pasó la aduana tenía el permiso para volarlo. Hay una diferencia entre tener algo y utilizarlo”, reconoció Hughes.
Durante dos días, el canadiense voló su drone sin problemas en el Malecón y otros puntos turísticos de La Habana, tomando vídeos, pero cuando intentó hacer lo mismo en la Plaza de la Revolución, fue arrestado por la Policía.
Hughes fue transportado a una estación de Policía donde fue interrogado durante 13 horas ininterrumpidas. El hecho que su español es limitado y que los agentes prácticamente no hablaban inglés, no facilitó el proceso.
“Primero querían saber detalles sobre el drone, luego sobre qué estaba haciendo, sobre qué pensaba de Fidel y Raúl Castro. Aunque los interrogadores cambiaban, las preguntas se repetían una y otra vez”, explicó.
Finalmente fue transportado a un centro de detención para inmigrantes, donde permaneció en confinamiento en solitario durante 13 días.
“A los cinco días me visitó una representante consular canadiense”, dijo Hughes, gracias a que su esposa en Toronto, tras no saber nada de él durante días, contactó al Ministerio de Asuntos Exteriores de Canadá, que averiguó su paradero.
Hughes reconoce que el peor momento fue cuando le informaron que la investigación para determinar si había cometido un delito de espionaje se podía prolongar varios meses, especialmente cuando se enteró que había individuos que llevaban 14 meses en el centro de detención.
Tras 11 días, Hughes fue conducido a una habitación del centro de detención donde se reunió con los agentes que le habían interrogado inicialmente.
“Las mismas personas que me interrogaron me dijeron que ahora estaban convencidos que lo que hice no era un delito. Sí que hice algo mal y tenía que haber averiguado (lo del permiso)”, declaró.
“Me dijeron que era libre para regresar al próximo día a Canadá pero necesitamos varios días para encontrar un vuelo de regreso a Toronto”, continuó.
Las autoridades cubanas le indicaron que no tiene ningún problema para visitar de nuevo la isla, incluso con su dron, siempre y cuando obtenga un permiso.
Finalmente, Hughes regresó el pasado jueves a Toronto.
“Me encantaría volver pero no sé cuando lo haré. De momento, estoy contento de estar de regreso y que todo haya acabado. Los 13 días que pasé detenido me han hecho más fuerte como persona”.
Hughes, un ávido turista que cada año visita entre 30 y 40 países, no cree que la odisea cubana cambie su interés por viajar.
En noviembre tiene previsto viajar a España y Marruecos. Pero reconoce que va a ajustar sus planes.
“He aprendido la lección. De momento, durante algún tiempo voy a viajar sin drone”.
Esta fue una entrevista que Chris Hughes le dio a www.eltiempo.com
Sabía que...
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